APLICACIÓN DE BOTOX
(Aplicación de toxina botulínica) El Botox® es un potente inhibidor neuromuscular local, exitosamente utilizado en el tratamiento de desórdenes del movimiento y/o contracción involuntario de los músculos. Las líneas de expresión son causadas por contracciones de los músculos faciales, estos músculos poseen una tensión natural constante que con expresiones usuales como enojo, risa, emoción, preocupación marcan permanentemente la piel de la cara en la zona periférica de sus acciones.

Candidatos. Este tratamiento se recomienda a partir de los 25 años en adelante cuando se empiezan a formar las pequeñas líneas de expresión. Actúa sobre las líneas de expresión (enojo, risa, preocupación etc.) y no sobre los daños causados por el sol o la flacidez o envejecimiento. Las áreas más frecuentemente tratadas son: Las líneas frontales, el entrecejo, líneas periorbiculares (alrededor de los ojos o patas de gallo), peribucales y algunas líneas del cuello. El botox relaja los músculos faciales logrando que las líneas faciales seleccionadas desaparezcan. En algunos de los pacientes se puede utilizar el tratamiento 2 semanas antes de una cirugía de rejuvenecimiento facial, con lo cual las áreas de difícil acceso con cirugía se mejoraran notablemente. Se recomienda no exponerse al sol antes del tratamiento. No indicado en embarazadas o en periodo de lactancia.
Es un procedimiento no quirúrgico, simple y seguro, absolutamente indoloro que no requiere sedación ni anestesia local. Se coloca una pequeña cantidad de botox en los distintos sitios a tratar con el objeto de obtener su relajación. El tratamiento no bloquea la actividad muscular por completo pues es de acción local y el nervio y músculos no se ven afectados. La piel de las zonas tratadas permanece lisa y sin arrugas, mientras que los músculos faciales que no fueron tratados se contraen con normalidad, sin afectar la expresión de la cara y permitiendo la reincorporación a las actividades en forma temprana.